viernes, 30 de mayo de 2008

Las nuevas características de las empresas

En la actualidad las empresas han tenido que buscar maneras de mejorar su producción. En estos momentos ya no funcionan las técnicas que Taylor planteaba en su teoría, que eran: la definición exacta de los movimientos del trabajador, cronometrar el desarrollo de cada tarea realizada y elimninar cualquier movimiento innecesario. Estas características taylorianas ya no tienen validez. Ahora lo que reamente optimiza el trabajo y hace crecer el nivel económico de una empresa es la identificación que tenga cada empleado con la empresa para la que labore. Que exista comunicación bidireccional y retralimentación entre trabajador y jefe, que el empleado sea valorado y se le considere parte importante del plan de acción que posea la empresa, la confianza que le brinde el jefe a sus empleados, que se tomen decisiones colectivas y las buenas relaciones laborales; estas son algunas de las características que deben ser implementadas en cada empresa si se desea incrementar los ingresos económicos y mantener un ambiente laboral existoso.

Lo anterior fue pensado y expuesto por William Ouchi, quien formuló su teoría a partir de las experiencias de empresas occidentales y empresas japonesas, tomó lo bueno de cada una de ellas y creó su teoría Z, que es la base de una productividad y vida laboral óptima en la empresa.

Estas son las características que una empresa debe poseer e implementar en la ideología de ésta para fomentar en el trabajador la idea de superación y crear un lazo fuerte entre los valores, metas y objetivos de dicha intitución y la actitud del trabajdor.

sábado, 10 de mayo de 2008

Del pasado al presente


No existe presente sin pasado, ni futuro sin presente. Esto no significa que debamos vivir completamente del pasado. Es bueno recordar lo que ya pasó porque así hemos construido nuestra historia personal, recordamos éxitos y fracasos, momentos buenos y malos, esto esta bien, pero no esta bien vivir de esos recuerdos, ya que si hacemos esto, nos veremos en la triste situación de vivir en el pasado y de no mirar el camino a recorres, sino ver el camino ya recorrido.

El recurso natural era algo que no había sido explotado hacia el siglo XIX, por tal razón, las élites de esa época decidieron optar por utilizar dicho elemento para así obtener mayores ganancias.

Son pocas las personas que poseen el recurso económico para extraer la materia prima de los suelos nacionales. La materia prima, luego de ser extraída, era vendida a países europeos para que estos, gracias a su elevado nivel tecnológico que le proporcionó la revolución industrial, la conviertan en bienes materiales. Europa sería el principal destino de los recursos nacionales.

En la primera fase se desarrollo el concepto de hacienda, que era un lugar donde los poderes políticos, económicos y militares se ejercían en un territorio pequeño. En estas haciendas existía la unidad política, social y cultural de subsistencia.

El que dirigía lo era dueño de la hacienda era la persona que tenia la autoridad para hacer cumplir las leyes que él mismo emitía. La Iglesia jugo un papel importante en este momento histórico, ya que a través de ella se difundían los valores morales y sociales que se debían seguir.

Uno de los modelos económicos implementados en la época era el de las Fuerzas de Trabajo Cautivas (FTC). Una de las características principales de este modelo era la implementación de leyes, concebidas por el Estado, contra todo tipo de vagancia o personas que no poseían permiso para realizar ciertas actividades.

Las leyes prohibían cualquier tipo de vagancia. En un principio el castigo que recibían los denominados vagos era encarcelamiento en alguna prisión por un periodo no muy extenso de tiempo. Esta sanción no tuvo una duración muy larga.
Las autoridades optaron que el castigo para los vagos o las personas que comercializaban productos sin permiso, seria el trabajo forzado. La razón para implementar esta sanción fue el hecho de que la mano de obra era escasa entre los años 1820 hasta principios de 1900. Por tal motivo, decidieron que una manera de aprovechar la fuerza laboral de los desocupados era obligarlos a trabajar en las haciendas y en las obras nacionales, como construcción de carreteras.

Esta forma de trabajo era injusta, ya que los salarios, monetarios o en especies, que recibían los trabajadores eran bajos y no alcanzaban para cubrir las necesidades básicas de una familia. Peor era el caso de los vagabundos que eran obligados a trabajar, ya que ellos no recibían una paga por sus servicios.

El modelo económico de las Fuerzas de Trabajo Cautivas fue dejado en el pasado, quedo desfasado, ya no cumple con las necesidades de los empleadotes de la actualidad. Pero algo que ha trascendido es la baja remuneración salarial que los trabajadores reciben por su esfuerzo en una empresa.

A los bajos salarios se les unen otros problemas para los trabajadores y trabajadoras, estos son: pocas o nulas prestaciones sociales, desempleo, flexibilidad laboral, atención médica, entre otras. La situación laboral no se presenta muy accesible hasta este punto. Esta realidad es vivida por una cantidad considerable de hombres y mujeres, principalmente personas de escasos recursos económicos y educativos.

La falta de educación que la población recibe es un grave problema que hace fructificar los abusos que los empleadores comenten en contra de sus subordinados. Los jefes piensan que con la gente, por no tener un nivel alto de educación, se puede hacer todo lo que deseen, ya que desconocen sus derechos. Esto les da la “facultad” de abusar de ellos.

Un ejemplo obvio de este tipo de practicas de abuso, es el caso de las maquilas, industrias que se dedican a fabricar ropa. En este tipo de lugares las condiciones de trabajo no son las adecuadas, ya que los empleados están todos “amontonados” en un espacio pequeño, además, no reciben un salario justo, de acuerdo al trabajo realizado. Por otro lado, las horas de trabajo son muy extensas y los descansos durante el lapso laboral son muy cortos.

Modelos como el de las Fuerza Cautivas de Trabajo deberían servir para recordar las injusticias que se cometían en contra de los trabajadores y trabajadoras, para así no volver a cometerlas. Pero queda claro que los errores cometidos en el pasado no son resueltos ni disminuidos en el presente, sino todo lo contrario, son intensificados, una noticia muy triste...